sábado, 9 de febrero de 2008

Porque los hijos mienten

Las mentiras son muy frecuentes en los niños, pero no hay que alarmarse, salvo que se repitan con demasiada frecuencia. Muchas de ellas responden tan solo al miedo. Miedo al castigo, miedo a defraudarnos o, sencillamente, para buscar impresionarnos. Por ejemplo cuando un chico le echa la culpa a su hermano por alguna macana de su propia autoría, busca no solo librarse del castigo, sino que quiere evitar por todos sus medios no perder el amor de sus padres.

Es importante, entonces, enseñarles al niño a buscar soluciones y no a encontrar culpables. Si bien todas las mentiras no son iguales, hay que explicarles que, del mismo modo, se trata de una mentira. También se debe tener en cuenta que el ejemplo que demos los mayores también repercutirá en el pequeño.

Si mentir es una constante en la familia, inevitablemente los más chicos imitarán esa actitud. Por otro lado, muchos psicólogos aseguran que las mentiras de los niños pueden estar indicando una necesidad de mayor comunicación con sus padres.

Por eso será necesario que estrechemos nuestros lazos, que les dediquemos tiempo y afecto. Son recetas más efectivas que un reto.

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