martes, 15 de enero de 2008

Opetración de Reducción Mamaria

Las mujeres con mamas de gran tamaño y/o caídas, pueden experimentar una gran variedad de trastornos médicos que van desde el dolor de espalda y la nuca, la irritación de la piel hasta deformidades esqueléticas y problemas respiratorios.
Las ligas de los sostenes pueden dejar marcas en los hombros. Además, unas mamas grandes pueden hacer sentir a la mujer mal desde el punto de vista estético y esto le ocasiona falta de seguridad y confianza.






PROCEDIMIENTO
La mamoplastia reductora no es un procedimiento quirúrgico simple, sin embargo, es normalmente seguro si es realizado por las manos especializadas de un Cirujano Plástico.

Como en cualquier intervención quirúrgica, existe la posibilidad de que se presenten complicaciones. Sin embargo, estas pueden reducirse al mínimo si se siguen cuidadosamente los consejos de su médico tanto en el preoperatorio como en el postoperatorio.

El procedimiento deja cicatrices visibles que pueden ocultarse con el sostén ( las mujeres fumadoras pueden presentar cicatrices más anchas). Algunas mujeres reportan disminución de la sensibilidad a nivel de los pezones, sin embargo esta se recupera en unas semanas.

En su primera consulta, sea franca con su médico, aclare con él todas sus expectativas. El cirujano la examinará y tomará las medidas de sus mamas.

Basándose en otros factores como edad; tamaño y forma de las mamas y tipo de piel , decidirá cual es la técnica quirúrgica que más le conviene. Su médico también deberá explicarle detalladamente el procedimiento que se realizará y los posibles riesgos, limitaciones y las cicatrices que quedarán. Así mismo deberá decirle la nueva ubicación del pezón.

También se le explicará el tipo de anestesia a la cual será sometida, las condiciones del lugar en donde se realizará la intervención quirúrgica y los costos.
Una mamografía podrá ser solicitada por el cirujano antes de la intervención. También recibirá instrucciones precisas para prepararse para la cirugía que incluyen consejos en cuanto a comidas, bebidas, cigarrillos y el tomar o evitar ciertas vitaminas o medicamentos.

Procedimiento

Existen varias técnicas para las mamoplastias reductoras, sin embargo en la mayoría de ellas, se realiza una incisión alrededor de la areola, que se extiende hacia abajo para seguir las curvas naturales por debajo de la mama. El cirujano remueve el exceso de tejido glandular, grasa y piel y coloca el pezón y la areola en su nueva posición. Posteriormente hace el armado de la mama dándole su nueva figura y contorno. La intervención puede durar de 2 a 4 horas, dependiendo de la técnica y la cantidad de tejido a resecar.

Después de la intervención usted tendrá un vendaje sobre sus mamas y posiblemente se le colocarán drenajes durante uno o dos días. Algún dolor podrá sentirse en los primeros dos a tres días después de la cirugía. Para reducir el dolor su médico prescribirá analgésicos.

El vendaje será retirado a los dos días de la intervención, pero usted deberá seguir utilizando el sostén indicado durante varias semanas, hasta que la inflamación disminuya. Los puntos de sutura serán retirados entre la primera y tercera semanas.
Usted podrá reincorporarse a su trabajo (dependiendo del tipo actividad laboral) y a su vida social en unos 7 a 15 días.

Su nueva imagen

Aunque la inflamación desaparece en pocas semanas, el resultado final se aprecia entre los seis meses y un año posterior a la intervención quirúrgica. El cirujano Plástico tratará de hacer que sus cicatrices sean lo menos visible posible. Pero recuerde que la mamoplastia reductora deja cicatrices extensas y permanentes.

Los beneficios de este procedimiento quirúrgico son aparentemente rápidos. Usted notará cambios inmediatos en la forma y tamaño de sus mamas. Usted se verá más proporcionada y su ropa lucirá mejor. Los dolores de espalda y de nuca desaparecerán. Usted se sentirá más confortable al participar en actividades físicas y simplemente contenta con su vida diaria.

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