La pildora del día después

Ya es posible adquirir la pastilla postcoital, más conocida como la píldora del día después, en las farmacias. Este medicamento, que se vende en cajas de dos comprimidos, está indicado como anticonceptivo de emergencia, siendo posible su administración dentro del plazo de las 72 horas siguientes al coito.

De hecho, el mismo principio activo que lo forma, en menor dosis y administrado a diario, se usa también como una píldora anticonceptiva convencional y el que sólo deba usarse en situaciones de emergencia se debe simplemente a que su eficacia es moderada, en concreto, un 85%.
El Ministerio de Sanidad y Consumo recalca que no debe utilizarse como un método anticonceptivo habitual, sino que está pensado para situaciones de urgencia, siempre que se use dentro de las 72 horas posteriores a la relación sexual. Se sabe que funciona a nivel del ovario, impidiendo la fecundación de un óvulo presuntamente fecundado.

El medicamento en cuestión está compuesto por dosis altas de un progestágeno, el lebonorgestrel. Cada comprimido contiene 750 microgramos de esta sustancia. Su eficacia media para evitar el embarazo es del 85% cuando la primera pastilla se toma antes de que transcurran 72 horas del coito, pero lo mejor es darse toda la prisa posible, porque la eficacia es máxima (95%) si se empieza el primer día tras el coito, y menor cuanto más tarde (85% en el segundo día y 58% en el tercero). No importa cuando se tome la primera pastilla dentro del plazo permitido, pero siempre es esencial tomar la segunda 12 horas después de la primera. Luego, hasta que llegue la primera menstruación, es preciso evitar el coito o practicarlo usando muy cuidadosamente un preservativo u otro método de barrera, ya que las dos pastillas no ofrecen ninguna protección durante ese periodo.

En España estas píldoras tienen un precio elevado, de hecho, el coste del sistema que venía utilizándose hasta ahora como anticonceptivo de emergencia era cinco veces inferior al de la nueva píldora postcoital, siendo ambos prácticamente lo mismo.

Antes, los anticonceptivos orales habituales de ingestión diaria se administraban en dosis más altas -el llamado pildorazo- para que funcionaran como anticonceptivos de emergencia. Algunos médicos optaban por cuatro pastillas en dos tomas y otros llegaban hasta las diez grageas en cinco veces. Por su parte, la Administración argumenta que sí existen cambios sustanciales, ya que la nueva píldora tiene menos efectos secundarios.