viernes, 4 de enero de 2008

Fecundación in vitro

Hay muchas parejas que desean tener hijos y tienen que recurrir a la ayuda de métodos artificiales para poder tenerlos. Estas técnicas revolucionarias son eficaces pero a la vez generan problemas, tanto legales como por las contraindicaciones fisiológicas posibles.

Actualmente existen unos 10.000 embriones congelados. ¿Qué pasará con ellos?, parece que la solución es que la ley alargue el periodo de conservación, manteniéndolos congelados más de cinco años que es el plazo máximo actual.
¿En qué consiste?
Es una técnica que trata de estimular al ovario para que produzca más óvulos de lo normal suministrándole hormonas. Esos óvulos se extraen mediante una punción en el ovario sacando de ocho a diez cada ciclo y se exige el ingreso ambulatorio durante un día. Esos óvulos se fecundarán in vitro (en una probeta), con el esperma de la pareja, y se tendrán dos días en cultivo. Pasado este tiempo, se insertan en la vagina mediante un catéter sin necesidad de anestesia ni de ingreso ambulatorio. Una vez insertados, y hasta estar seguros del embarazo se continúa con el tratamiento hormonal.
Esos óvulos se extraen mediante una punción en el ovario sacando de ocho a diez cada ciclo y se exige el ingreso ambulatorio durante un día. Imagen extraída de la Fundación Jiménez Díaz.

El número de óvulos fecundados que se implantan es de tres o cuatro, o incluso cinco si se trata de mujeres con edad avanzada, con lo que se eleva la posibilidad de un parto múltiple. Hay técnicas para reducir el número de embriones y dejar sólo aquellos que se cree que tienen más posibilidades. Al contrario de lo que mucha gente piensa, este tipo de fecundación no tiene por qué llevar a un parto difícil, lo que ocurre es que muchos médicos se aseguran el éxito mediante una cesárea.

Si todo este proceso no da resultado, hay que esperar unos tres o cuatro meses para que el ovario vuelva a funcionar naturalmente y volver a estimularlo mediante hormonas, lo que se evita en muchos casos, si existen óvulos ya fecundados y congelados de otras estimulaciones anteriores.

Este tratamiento no debe repetirse indefinidamente, ya que se trata de un proceso que no es natural, y aparte de efectos secundarios inmediatos que pueden darse como es la retención de agua y un descontrol en el crecimiento del ovario, todavía no se sabe qué efectos puede reportar el suministro de tantas hormonas. Se ha hecho un estudio sobre la incidencia de cáncer en mujeres que se sometieron a este tratamiento hace veinte años, y no se ha demostrado que exista un aumento respecto al resto de la población. Sin embargo, se recomienda reducir el número de estimulaciones para prevenir el riesgo de esta enfermedad.

¿Cuánto cuesta?
El precio es de más de 500.000 pesetas, la primera vez. Si hay que repetir el proceso, y contamos con embriones congelados, costaría unas 70.000 pesetas el insertarlos en el útero. La Seguridad Social española, cubre los gastos hasta cinco fecundaciones, pero el inconveniente son las largas listas de espera que hacen que las parejas puedan esperar hasta un año entre ciclo y ciclo.

Un problema legal que se plantea con este tipo de fecundación es ¿Qué pasa con aquellos embriones fecundados que no se implantan?, hoy la ley obliga a mantenerlos congelados durante cinco años, y sólo se pueden utilizar para la misma pareja o que ésta haga una donación. La solución parece que está en alargar el periodo de conservación de esos embriones.

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